Termino algunos días, y me gusta, con esas sensaciones cerebrales que son extrañas y que de vez en cuando aparecen.
No sé si son simples dudas o son pensamientos que saltan y golpean la cabeza, tratando de salir al exterior disparados. También puede ser un calentamiento de la masa cerebral provocado por una elevada temperatura psicoemocional.
El caso es que me hace reflexionar, pensar y, lo que es más importante, provocarme, pellizcarme a mi mismo.
Todos deberíamos hacer este ejercicio: pellizcarnos de vez en cuando, incluso provocarnos un pequeño daño interno.
Siempre propongo hacer lo más básico, aunque sólo fuera una vez en nuestra vida: deberíamos escribir en un papel si la vida que imaginamos como maravillosa es realmente la que vivimos.
Siempre propongo hacer lo más básico, aunque sólo fuera una vez en nuestra vida: deberíamos escribir en un papel si la vida que imaginamos como maravillosa es realmente la que vivimos.
Normalmente, y lo sé por los ejercicios y sesiones de coaching que llevo a cabo, la respuesta es negativa: No.
Casi todos vivimos una vida que no es la que nos satisface. Pero nos conformamos.
¿Tiene sentido la vida que llevamos?
Casi todos vivimos una vida que no es la que nos satisface. Pero nos conformamos.
¿Tiene sentido la vida que llevamos?
Lo curioso de todo, lo simple, es que nunca es tarde para conseguir tener esa vida que anhelamos.
Nos ponemos excusas muy variadas para no salir de nuestra zona de confort. Nos enviamos mensajes a nosotros mismos como ese que dice que "ya a mi edad para qué voy a luchar". Nunca es tarde.
Si no vivimos, o no hemos conseguido, aquello que alguna vez soñamos, nunca es tarde para ir a buscarlo.
Por qué no paramos un instante y pensamos en nosotros, en lo que hacemos o en lo que nos gustaría hacer mañana, pasado o dentro de unos años.
Por qué no paramos un instante y pensamos en nosotros, en lo que hacemos o en lo que nos gustaría hacer mañana, pasado o dentro de unos años.
Seguro que, a lo largo de nuestro camino, nos hemos encontrado con muchos obstáculos que nos han ido desmotivando. Han aparecido muchos de esos diablillos tóxicos que han encontrado el momento para confundirnos y decirnos eso de que "¿para qué!!"; seguro que hemos dejado de pedir muchas cosas, por miedo a recibir un no por respuesta. Seguro que hemos dejado de aprender, o de utilizar lo aprendido, porque pensábamos que estábamos perdiendo el tiempo.
¿Vivimos o sobrevivimos?
¿Vivimos o sobrevivimos?
A lo mejor es el momento de vivir esa vida que hemos imaginado.
Somos nosotros los que hemos creado todo lo que hemos vivido y sido hasta ahora.
¿Por qué no creamos el futuro que queremos?
¿Por qué no redefinimos nuestra vida?
Tenemos vida, tenemos tiempo.
¿Por qué no creamos el futuro que queremos?
¿Por qué no redefinimos nuestra vida?
Tenemos vida, tenemos tiempo.
¿Por qué no nos miramos dentro y cambiamos nuestros hábitos, nuestra manera de pensar, nuestra forma de hacer las cosas y volvemos a ilusionarnos por algo?
Ilusión.
Ilusión.
Nos hemos acostumbrado a vivir de una determinada manera y no queremos cambiar, aunque no dejamos de quejarnos.
¿Queremos algo diferente? Entonces está claro que debemos cambiar y hacer las cosas de manera diferente a como las hemos hecho hasta ahora.
Si buscamos un determinado objetivo, no vendrá solo a nuestros brazos. Hay que trabajar y buscarlo.
Es verdad que lo fácil y cómodo es vivir sin pensar demasiado; dejar que todo siga igual.
Es verdad que lo fácil y cómodo es vivir sin pensar demasiado; dejar que todo siga igual.
A lo mejor ha llegado el momento de correr riesgos. La vida nos ha envuelto en una comodidad privilegiada pero, está claro que no nos ha llenado lo suficiente.
Hemos ido dando tumbos, de un lado a otro, dirigidos o teledirigidos, más o menos cómodos o incómodos, hasta que surge esa protesta que viene provocada, normalmente, por la falta de motivación o de ilusión en nuestra vida.
Hemos ido dando tumbos, de un lado a otro, dirigidos o teledirigidos, más o menos cómodos o incómodos, hasta que surge esa protesta que viene provocada, normalmente, por la falta de motivación o de ilusión en nuestra vida.
¿Cuántos proyectos y emociones han quedado en pensamientos?
¿Cuántas ilusiones se ha llevado el viento mientras caminábamos, llenando nuestra cabeza de esos pensamientos y deseos? "Y si... y si...?"
Todo ha quedado en ese "y si...?" porque no ha habido ningún paso adelante.
Todo ha quedado en ese "y si...?" porque no ha habido ningún paso adelante.
¿Por qué no ahora?
¿Por qué no hacemos las cosas y ya está?
¿Por qué no nos dejamos de culpar, de mirar atrás y simplemente nos ponemos manos a la obra como si viviésemos de nuevo?
¿Por qué no analizar nuestra vida y lo que es importante para nosotros?
¿Por qué no reajustarnos?
Acción. Manos a la obra. No te pares.
Decidamos nuestro objetivo y organicemos nuestra vida alrededor de él.
A lo mejor no conseguimos lo que queremos porque hasta ahora hemos sido incapaces de pararnos a pensarlo y definirlo.
Para, piensa y escribe lo que quieres. Trabaja por ello.
Para, piensa y escribe lo que quieres. Trabaja por ello.
Focalízalo, visualízalo, tenlo claro, detalla todo lo que puedas tu objetivo y ve a por él.
Cree en ti. La vida es una oportunidad.
#LiderandoT
José Luis Moreno
Coach Personal
#coachingDVida
#liderandoT
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