martes, 3 de junio de 2014

'Las cuatro cosas de las que 'pasa' por completo la gente más feliz' por Marta Jiménez Serrano


Cómo llegar a ser más felices, cuáles son las claves de la felicidad y qué actitudes debemos tener para tener una vida plagada de bienestar y alegría son algunas de las cosas que la psicología y la ciencia están intentando desgranar, con el fin de que el ser humano sea más feliz.

¿Es realmente tan sencillo? ¿Se trata de una cuestión de carácter, genética, personalidad o actitud ante la vida? ¿Está en nuestra mano el ser más o menos felices? ¿Hay unas claves secretas que debemos seguir para llegar a la alegría?

Parece difícil pensar que haya una serie de normas universales que nos vayan a hacer a todos más felices, como si de un imperativo kantiano para la felicidad se tratase. No obstante, Susanna Halonen ha publicado un artículo en Psychology Today en el que, si bien no ha dado con lo que debemos hacer para ser más felices, sí explica aquello que no debemos hacer. Según Halonen, en la ignorancia de los demás y el pensar en lo que nosotros mismos deseamos se halla uno de los pasos que más pueden ayudarnos a ser felices.

En la ignorancia de los demás y el pensar en lo que nosotros mismos deseamos se halla uno de los pasos que más pueden ayudarnos a ser felices

Considera que, si bien uno no puede aprender a ser más feliz, nunca debe faltar la actitud y la disposición para enfrentarnos al día con buena cara. Priorizando las cosas que más nos importan, adquiriendo hábitos que nos resultan placenteros y procurando potenciar los pensamientos positivos ya estamos haciendo mucho por nuestra propia felicidad. Además, considera que un truco fundamental es el de crear una ilusión positiva que te ayuda a ignorar ciertas cosas que luchan en contra de tu bienestar:
Ignora los juicios de los demás

Las personas felices están seguras de sí mismas, de lo que son y de aquello en lo que creen. Hacen un esfuerzo consciente en no dejar que los juicios ylas opiniones de los demás afecten a su estado de ánimo o a sus preferencias en la vida. Se centran en sustituir la autocrítica por compasión y no dejan que las opiniones de los demás tengan cabida en su cabeza.

Ignora las preocupaciones acerca de aquello que no puedes cambiar

No gastes tiempo y energía preocupándote por cosas que no te competen o sobre las que no tienes influencia alguna. Tu inquietud no mejorará para nada la situación que te tiene en vilo y sólo aumentará tu nivel de estrés, tu obsesión con el problema y la frustración por no poder hacer nada al respecto. Deja el problema estar y céntrate en aquello sobre lo que realmente tienes alguna influencia.
Ignora el sufrimiento de tener que trabajar duro para obtener lo que deseas

Las personas felices están seguras de sí mismas, de lo que son y de aquello en lo que creen

Las personas felices se crecen ante un reto y disfrutan de su día a día a pesar de los obstáculos que encuentran en su camino. Además, cuanto mayor y más difícil sea el esfuerzo destinado a conseguir lo que deseas, más sentirás que habrá valido la pena.
Ignora la comparación obsesiva con los demás

Busca rodearte de gente valiente e inspiradora, que te aporte el coraje y la ambición para mantenerte en el camino que deseas. No compares tu vida con la de los demás ni evalúes tus éxitos y fracasos en función a los otros. Halonen insiste en que esto es especialmente importante en la era informática en que vivimos, donde todo el mundo puede fardar (con o sin motivo) en las redes sociales. Que alguien suba una foto feliz o disfrutando no significa que se halle en ese estado las veinticuatro horas del día.

Debes evaluarte sólo en relación contigo mismo y mejorar la persona que eras ayer, pero olvida en qué lugar estás en función de los demás. La gente feliz lo hace, y le funciona.

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