lunes, 30 de junio de 2014

5 formas de trabajar inteligentemente

Una de las cosas que amo de la cultura en Buffer es el énfasis que se le da a trabajar inteligentemente, y no a trabajar más. Nuestro equipo duerme lo suficiente, hace ejercicio y tiene tiempo de recreación, por lo que los minutos en la oficina son lo más productivos posible. 

Trabajar más puede ser un hábito fácil de obtener para los emprendedores. Y es que a veces es difícil desconectarse al final del día o dejar de pensar en el trabajo los fines de. Al dirigir una startup, últimamente se me dificulta mucho esto. Cuando no estoy trabajando en Buffer, estoy en Exist, y es fácil caer en el patrón de “siempre estar trabajando”, en lugar de trabajar inteligentemente para tener ratos para mí mismo. 

Si esto también te pasa, te comparto cinco métodos que te ayudarán a trabajar con inteligencia: 

1. Toma más descansos: Respeta tu capacidad de atención
En uno de mis libros favoritos, Stephen Covey cuenta una historia sobre un leñador cuya hacha se va dañando conforme pasa el tiempo y más árboles tala. Si el leñador dejara de talar para afilar su hacha y regresara a trabajar con una herramienta más afilada, ahorraría tiempo en el largo plazo. 

Esta analogía es fácil de recordar, pero difícil de poner en práctica. Afilar el hacha significa conservar y mantener el mayor activo que tienes: tú. Significa tener un balance en cuatro áreas de tu vida: física, social/emocional, mental y espiritual. 

Afilar la sierra es un hábito excelente para cualquier aspecto de nuestra vida, aunque creo que es especialmente benéfico cuando se trata de evitar el burnout. En promedio, nuestros cerebros son capaces de enfocarse por 90 minutos y necesitan al menos 20 minutos de descanso después de ello. 

Alejarte del trabajo y descansar puede ser un buen inicio. Tomar breaks a lo largo del día ayuda a refrescar tu mente y restablecer tu nivel de atención. Otra forma de implementar estos descansos (especialmente cuando estás muy ocupado) es trabajar en pequeñas ráfagas. LaTécnica Pomodoro es perfecta para esto. Establece un temporizador por 25 minutos y cuando se termine toma un breve descanso. Estira tus brazos, toma una bebida, revisa tus correos o simplemente relájate. 

Si la cantidad de trabajo es demasiada, intenta cambiar a otra tarea para darle a tu mente un respiro. Si alguna vez has intentado el ejercicio de los 7 minutos, entonces entenderás cómo funciona. Conforme ejercitas tus brazos, tus piernas descansan, y viceversa. Así que cuando tu carga laboral sea inmensa puedes utilizar pequeñas tareas como responder emails o hacer una llamada para darle a tu cerebro un descanso. 

2. Toma una siesta: Una de las formas más efectivas de potenciar tu función cerebral
Las investigaciones han demostrado que las siestas mejoran la función cognitiva, el pensamiento creativo y el desempeño de la memoria. En particular, tomar una siesta beneficia el proceso de aprendizaje, ayudándonos a retener mejor la información. 

Los estudios indican que cuando una memoria se graba en el cerebro por primera vez se olvida fácilmente, especialmente cuando se le pide que recuerde varias cosas. Aparentemente, las siestas impulsan las memorias a otra parte del cerebro que tiene un almacenamiento más permanente. 

Las siestas no sólo son beneficiosas para consolidar memorias o para ayudarnos a recordar información, sino que también ayudan a evitar el burnout. El burnout o desgaste es una señal que dice que no puedes obtener más información en esa parte del cerebro, hasta que duermas. 

¿Cuándo deberías tomar una siesta? Si prestas atención al ritmo circadiano natural de tu cuerpo, probablemente notes que tienes una caída en los niveles de energía en las tardes. Esto se debe porque, de acuerdo con el profesor Jim Horne, estamos diseñados para dormir dos veces al día. Nuestros cuerpos están hechos para dormir por un largo periodo en las noches y por uno más corto durante el día, que es cuando cae la energía y nos sentimos desgastados. Aunque no tomes una siesta, el principio de las tardes es buen momento para escuchar a tu cuerpo y tomar un descanso. 

3. Pasa tiempo en la naturaleza
Daniel Goleman, autor de Focus: The Hidden Power of Excellence, sugiere que pasar tiempo en contacto directo con la naturaleza nos ayuda a descansar la atención y relajar nuestras mentes.

Él menciona en su libro un experimento que probó qué tan relajada está la gente cuando realiza un paseo en el parque. El estudio encontró que el nivel de atención que necesitamos para cruzar una calle es demasiado alto, y por ello no ayuda a relajarse. Y es que a diferencia de los ambientes naturales, los urbanos están llenos de estímulos que capturan la atención.

Pasar tiempo en contacto con la naturaleza permite que nuestras mentes se relajen, ayudándonos a enfocarnos y regresar con mejor actitud al trabajo. Además, otro estudio descubrió que para los estudiantes, la motivación es mayor cuando están rodeados por la naturaleza, en lugar de encerrados dentro de un salón de clases. 

4. Muévete y trabaja en bloques
Hace poco leí un post de Joel Runyon sobre un método que él llamaba la “estación de trabajo palomita” que prácticamente es lo que ha estado haciendo el desarrollador de Buffer, Colin, en la oficina desde hace tiempo. 

La idea es que establezcas varios cafés y espacios de trabajo temporales para realizar partes del trabajo a lo largo del día. La estación de trabajo palomita inicia con una lista de pendientes clara. En cada tarea necesitas saber en qué trabajarás antes de hacerlo para que puedas sumergirte en ello rápidamente. 

Joel divide su lista de pendientes en secciones (una por cada café que pretende visitar), de manera que cada sección tiene tres pendientes claros. Una vez que termina con los pendientes, se mueve al siguiente café con la próxima lista. Puedes utilizar tu lista como mejor te convenga, lo importante es definir puntos claros en cada pendiente por locación. Cuando te traslades, hazlo caminando o en bicicleta: usa ese tiempo para practicar tu zen, tomarte un descanso de tu pantalla y mover tu cuerpo. Mantén tu celular en el bolsillo y procura que estos descansos sean de al menos 30 minutos. 

Sé que Colin muchas veces usa ese tiempo para pensar en qué trabajará después. Cuando yo lo he intentado en el pasado, siempre lo he encontrado útil. Sólo elige dos o tres grandes proyectos durante el día. Pero si no puedes moverte de tu ubicación, dividir tus tareas en pedazos también puede ser una buena estrategia para descansar y ser productivo. 

5. Revisa tu e-mail lo primero en la mañana
Probablemente hayas escuchado o leído que debes evitar esta acción en las mañanas, pero puede serte muy útil. Por ejemplo, si trabajas remotamente, esto es importante para asegurarte de que todos estén en la misma página. 

Desde que empecé a trabajar en Buffer, me he despertado con emails sobre tipografías a cambiar, nuevos posts e incluso con noticias de que ha sido hackeado. Tener en mente eso desde la mañana me permite tomar mejores decisiones acerca de mi horario y ajustarme mejor. 

Incluso en mi propia startup, que está formada por dos personas, revisar mi mail lo primero en la mañana me ha sido muy útil. Mi co-fundador tiende a trabajar por las noches, así que cuando me levanto veo sus correos y me doy cuenta de lo que ha cambiado en el producto. 

Aunque lo primero que hago al levantarme es revisar mi bandeja de entrada, no tengo notificaciones de mails ni en mi computadora ni en el celular. De esta manera yo decido cuándo revisarlo. Además, cuando llego a la oficina, como ya chequé y respondí a los mails, tengo menos cosas que me distraigan durante el día.

viernes, 27 de junio de 2014

La vida es muy corta: las diez actitudes que no deberías tolerar.-




“La vida es demasiado corta como para que la hagamos mezquina”. Esta afirmación, atribuida al aristócrata inglés Benjamin Disraeli (1766-1848), se ha cargado de sentido con el paso del tiempo debido al estilo de vida moderno, con sus ritmos frenéticos y sus sofocantes arquetipos sociales. La agonía, el estrés, la ansiedad, el pesimismo o la desazón son elementos cada vez más característicos de la sociedad. Para evitar caer en la negatividad y ser más felices en la vida, la famosa coaching Paula Davis-Laack ofrece un decálogo de actitudes para superar los sentimientos que más perjudican nuestro bienestar mental:

La culpabilidad. El miedo al fracaso o, peor aún, la autoculpabilidad por los errores cometidos no hace más que acobardarnos y paralizarnos. A la hora de fijarse metas en la vida, Davis-Laack recomienda en primer lugar que seamosconscientes de nuestras posibilidades y limitaciones para no ser demasiado exigentes con nosotros mismos. Lo mejor es ir marcándose pequeñas metas para no desanimarnos a la primera de cambio y logar más fácilmente alcanzar nuestros objetivos vitales.
La negatividad. La actual situación socioeconómica, la creciente competitividad en todos los ámbitos de la vida, sobre todo en el laboral, y el pesimismo generalizado de nuestro entorno facilitan el contagio de la negatividad y el desánimo. Ante este negativo contexto, la coaching inglesa explica que se deben sacar fuerzas para seguir luchando y no perder el humor. Científicamente se ha demostrado que las emociones positivas son fundamentales para combatir la ira, la depresión y la ansiedad. Otras investigaciones psicológicas han subrayado su relación con el aumento del bienestar, la satisfacción personal, la tolerancia y las ganas de vivir.
La falta de tiempo. La desorganización es una de las principales causas de la improductividad. Con frecuencia escuchamos a gente quejándose de su falta de tiempo para poder hacer todo lo que quisiesen, pero poco se escucha hablar de los métodos o sistemas para organizar mejor las tareas y sacar el máximo provecho a cada minuto. Davis-Laack propone aplicar a la vida cotidiana los modelos organizativos empresariales. Una buena forma de iniciarse en estos métodos y sacar provechosas conclusiones es leyéndose el libro de Michael Gerber, traducido al español, El mito del emprendedor: por qué no funcionan las pequeñas empresas y qué hacer para que funcionen.
Estrés crónico. Este es uno de los trastornos más comunes en la sociedad moderna y provoca un descontrol anímico y una sensación continua de cansancio. Se calcula que dos de cada tres trabajadores en activo padecen estrés, lo que se traduce en la pérdida de productividad de al menos una hora al día, sin contar las bajas que ocasiona. La excesiva carga de trabajo, los problemas familiares, la inseguridad laboral y las relaciones personales son los cuatro factores que más influyen en la gestación del estrés. Repartir el trabajo, delegar las tareas en el hogar, reducir las exigencias y tomarse más tiempo son algunos de los consejos para evitar el estrés en la medida de lo posible.
Inconformismo. Las posesiones materiales no son sinónimo de felicidad. Más bien, cuanto más se tiene más se querrá, lo que nos hará unos inconformistas crónicos y nos impedirá estar satisfechos con lo que tenemos. Curiosamente, en los años cuarenta, cuando el poder adquisitivo de las clases medias era menor, el grado de satisfacción por los bienes materiales que se poseían, era mayor que en la actualidad, como demuestra el estudio The How of Happiness. Cuando las aspiraciones materialistas se convierten en una obsesión lo único que nos reportarán será infelicidad.
La búsqueda constante de la perfección. Es inútil aspirar en todo momento a la perfección absoluta, puesto que no existe. La mejor opción, según explica Davis-Laack, consiste en centrarse en los pequeños logros, en lugar de obsesionarse con la perfección. De lo contrario, solo se conseguirá caer en el desánimo y la desidia.
Dejarse llevar por las opiniones de los demás. La influencia de otras personas sobre nuestras decisiones es inevitable. Sin embargo, en ocasiones gastamos demasiado tiempo y energía manteniendo un soliloquio sobre si nuestras decisiones o actitudes son las correctas o si agradarán o no a los demás. Esta excesiva obsesión por el “qué dirán” acaba anulando nuestra propia personalidad y nos llevará a hacer cosas desagradables e incluso contra nuestra propia voluntad. Lo ideal, como apunta Davis-Laack, es relativizar las opiniones de amigos y familiares y tenerlas en cuenta parcialmente, pero nunca hasta el punto de que condicionen las propias decisiones.
Desafección en el puesto de trabajo. Según las estadísticas de la empresa de sondaje Gallup International, un 45% de los trabajadores están insatisfechos con su puesto de trabajo, lo que supone fuertes pérdidas económicas en las empresas por el abandono laboral. Quizá la situación actual no sea la más propensa para poder cambiar de trabajo, pero sí es conveniente ir  haciendo todo lo necesario, como adquirir formación específica para el trabajo que queramos desempeñar en el futuro y realizar todas las entrevistas que surjan, para cuando la situación se vuelva más adecuada.
Deudas y penurias económicas. La vorágine crediticia e hipotecaria de los últimos años se ha puesto de manifiesto la falta de cultura financiera de una buena parte de las familias españolas, aunque bien es cierto que los asesores bancarios tampoco contribuyeron a una gestión más racional de los ahorros. La planificación financiera es un campo que suele limitarse a las empresas, pero resulta imprescindible que se aplique también en las economías domésticas. Si no se tienen los suficientes conocimientos financieros, lo mejor es dejar los ahorros en manos de asesores profesionales.
No aceptarse físicamente. El sobrepeso y la obesidad afecta cada vez más a un mayor número de personas. La obsesión por perder kilos y tener un cuerpo diez se ha convertido en la norma que no hace más que provocarnos estrés e insatisfacción ante la falta de resultados inmediatos. Lo más recomendable para no desanimarse es ir poco a poco, tanto en cuestión de dietas como de ejercicios físicos, y empezar desde lo más sencillo para ir aumentando las exigencias en función a las posibilidades.

jueves, 26 de junio de 2014

'AUTÓNOMOS, ¿MILAGRO EN VILLAVERDE?' por José Félix Pérez-Orive

Hace poco me escribió don Juan Carlos Rodríguez. Decía que, gracias a un libro mío, publicado a principios del año 2000, había pasado de ser barrendero en Villaverde a tener una empresa de regeneración ecológica de falsos techos en Villaviciosa de Odón, con la que ha creado 18 puestos de trabajo.

Esta historia –he pedido permiso para contarla– me hace recordar un chiste entrañable: un extraño entra en una casa y su propietario le pregunta a dónde va; el visitante contesta que busca dinero, y el dueño le dice que le permita acompañarlo. Pues bien, me he puesto también a rebuscar en aquellos textos, por si encontraba algo de valor, animado por la idea de que la única forma de paliar el problema del paro en España es el autoempleo.

Para hacerse autónomo siempre se ha necesitado un empujón. Y hoy los empujones son más fuertes aún que los de antes: ruina de los padres, crueldad del despido, cientos de currículos sin respuesta, la humillación de tener que fingir una edad que no se tiene… Sin embargo, en esa desesperanza radica la fuerza para «montarse por libre».



Hay personas con capacidad de riesgo que son autónomos o empresarios natos. Otras, más retraídas, pero obligadas a hacer algo, deberían tener presentes algunas cuestiones. La primera es que, al calor de la ambicionada nómina, se pueden congelar. Todos nos hemos dormido alguna vez conduciendo; en el coche nos sentimos tan confortables que no imaginamos que ese bienestar pueda acabar en tragedia. Pues bien: la nómina, de algún modo, debilita también nuestros sentidos y nos embarca en una vida que a veces termina mal. Por no arriesgar e independizarse a los treinta o a los cuarenta, algunos se encuentran a los cincuenta en encrucijadas de difícil salida, lo cual demuestra que la alternativa al riesgo no es –como se cree– la seguridad, sino el fracaso: si uno no quiere vivir penurias irreversibles, en algún momento tiene que arriesgar.

Las empresas promocionan de manera interesada la importancia de la nómina, ante lo que es recomendable cierta cautela. A más de uno le sonará este señuelo: «Nuestra oferta no es un sueldo, sino un paquete. Aquí usted no desarrollará un trabajo, sino una carrera. El cielo es el límite y todo lo que construya será suyo. Además de un sueldo competitivo, contará con formación permanente. Somos conscientes de las necesidades creativas del ocio (por eso somos ingenieros de caminos, canales y puentes; ja, ja, ja). El trato es familiar, aunque no paternalista. El presidente invita a una copa todos los años el día de su santo, y permite que le llamen Curro. ¡Ah!, no descartamos un sistema de stockoptions algún día». ¿A quién puede no gustarle esta propuesta? La realidad puede ser tan distinta que es posible que, para cuando el candidato se haya decidido, quien le entrevistó podría haber dejado la empresa buscando cielos más altos y ambientes familiares más acogedores. Los cursos de formación acaso los impartirían segundas filas y los puentes del calendario podrían sortearse, de manera que a todo el mundo le tocase uno. A la segunda copa del presidente ya se iría arrastrado, y el sueldo quizá sería la única verdad, aunque en época de crisis nunca se sabe. Todo lo que uno hubiera creado podría perderlo cuando Curro decidiese vender su compañía a otra empresa que ambicionase sinergias; y el último en enterarse de que las sinergias eran su puesto de trabajo sería el que lo perdiese. Eso sí, el banco de inversión que hubiera intermediado la compraventa atestiguaría que, durante la negociación, lo más importante para Curro fueron sus hombres.

¿Es esto una exageración? Tal vez. Pero ha animado a mucha gente a dar el gran paso.

La segunda idea es que en cualquier salto se precisa un paracaídas. No hay que pasar de ser asalariados o parados con riesgo a independientes a secas, sino a independientes con salario; o sea, no hay que olvidar «el pan y la mantequilla». Por ello, cuando alguien decide independizarse no ha de plantear a qué quiere dedicarse, ese es un enfoque errado. Más bien, lo que precisa es el movimiento intermedio de hacer un cliente: solo él puede decir para qué valemos; cliente que podría ser su propia empresa, que en vez de mantener empleos fijos desee subcontratarlos. O una pyme que no quiera pagar tres mil euros al mes a un contable cuando un autónomo podría cubrirle esa función por quinientos, ocupando solo el diez por ciento de su tiempo. Esencial será que ese cociente emancipador –entre los ingresos que proporciona el primer cliente y el tiempo libre que nos deja para buscar al segundo– sea siempre alto.

Al primer cliente que nos cubra lo básico hay que mimarlo. A veces, el cliente terminará ofreciendo trabajo, que un buen autónomo no aceptará. A partir de ese momento tendrá que preguntarse la razón de ese pequeño éxito. La mayoría de las pymes que conozco no se dedican a lo que en origen pretendían.

Plantéese también el posible autónomo si le gusta trabajar solo, apoyándose en dos o tres personas como mucho –entonces sería un hombre de negocios– o prefiere la ayuda de una estructura mayor que lo convertiría en empresario o cooperativista. En cualquier caso, ha de ingeniárselas para no pedir dinero al banco. Sé que es duro y llevará más tiempo, pero será peor que no se lo den o que lo agobien porque no hizo bien las cuentas. Un negocio sano arranca siempre con pocos gastos fijos. La autofinanciación deben proporcionarla los primeros clientes, y el autónomo debe crecer a la par.

El segundo cliente no llega, hay que traerlo. Visite compañías ofreciendo su ayuda ocasional o enterándose de qué pie cojean. Vea si ese cliente suma con el primero o no. Si no suma, tal vez haya creado una consultoría; en el primer caso, habrá creado un camino donde ir capitalizando. Pasará malos momentos: sentirá vértigo, su cónyuge le hará reproches, y sus padres políticos le animarán a buscar un trabajo fijo. Pero si aguanta, tiene suerte y lo supera, usted será como un corcho en el océano y ninguna crisis lo hundirá.

El suceso de Villaverde no debe llamar la atención. Detrás de la historia de cada autónomo hay un milagro parecido; es la historia de «a Dios rogando y con el mazo dando»: el mazo –agrícola, industrial o de servicios– es la disciplina de visitar a clientes potenciales cada semana. No se quede al calor de su despacho enviando correos o confiando en su página web, esa actitud puede ser tan letal como la nómina. Logre citas, salga a la calle, reúnase y averigüe qué puede aportar; allí estarán sus próximos ingresos. Si le preguntan a don Juan Carlos Rodríguez, les dirá que fue una pena no haberlo hecho antes.

José Félix Pérez-Orive Carceller, abogado.

FUENTE: ABC

martes, 24 de junio de 2014

8 secretos del Éxito de 8 Grandes Emprendedores.



Los 8 Secretos del Éxito son:

1. PASIÓN

Thomas Freeman. “Estoy impulsado por mi pasión” Las personas de éxito actúan por amor y no por dinero. Carol Colleta nos dijo, “Yo pagaría a alguien por hacer lo que yo hago”. Lo curioso es que, si lo haces por amor, el dinero viene de todas maneras.

2. TRABAJO

Rupert Murdoch. Todo es trabajo duro, nada viene fácilmente, pero me he divertido bastante consiguiéndolo. ¡Sí! DIVERSIÓN, Las personas exitosas trabajan en aquello que les divierte, y trabajan muy duro para divertirse al máximo. No son adictos al trabajo, son amantes de su trabajo.

3. SER BUENO EN LO QUE HACES

Alex Garden. Para ser exitoso debes dedicarte a algo, y ser muy bueno en ello. No hay ninguna magia para ser el mejor, solo es practicar, practicar y practicar.

4. ENFOQUE

Norman Jewison. La clave está en enfocarse en una sola cosa. Mantenerse enfocado hasta conseguir los resultados deseados.

5. EMPUJARTE

David Gallo. Debes empujarte física y mentalmente. Debes empujarte, empujarte y empujarte, para superar la timidez las dudas y los miedos. Goldie Hawn dijo: Siempre tuve dudas y miedos, no ere lo suficientemente buena, no era lo suficientemente inteligente, no pensé que lo lograría… Nunca es fácil empujarse a uno mismo, ¡por eso se inventaron las madres!.

6. SERVIR A LOS DEMÁS

Sherwin Nuland. Ha sido un privilegio servir como doctor. Ahora muchos niños me dicen que quieren ser millonarios como yo. Y lo primero que les digo es, ok! pero no podéis serviros a vosotros mismos. Tenéis que servir a otras personas ofreciéndoles algo de valor. Por que de esa manera las personas se hacen ricas.

7. IDEAS

Bill Gates. Yo tuve una idea, fundar la primera compañía de programas para microcomputadoras, y creo que fue una buena idea. No hay magia en la creatividad en cuanto a las ideas se refiere. Se trata de hacer las cosas simples.

8. PERSISTENCIA

Joe Kraus. La persistencia es la clave número uno del éxito. Tienes que persistir al fracaso y al CRIP (las Críticas, el Rechazo, los Idiotas, y la Presión).

lunes, 16 de junio de 2014

20 Consejos de Zig Ziglar.


1.   "Recuerda que el fracaso es un evento, no una persona"
2.   "Conseguirás todo lo que quieres en la vida, si ayudas a otra gente a conseguir lo que ellos quieren"
3.   "La gente suele decir que la motivación no dura. Tampoco bañarse, por eso se recomienda a diario"
4.   "Hay que esperar lo mejorPrepararse para lo peorSacar provecho de lo que viene"
5.   "Si vas en busca de un amigo, encontrarás que son escasos. Si eres un amigo, los verás en todas partes"
8.   "Tu actitud, no tu aptitud, determinará tu altitud"
9.   "No tienes que ser grande para empezar, pero hay que empezar para ser grande"
10. "No es lo que te ocurre lo que determina qué tan lejos irás en la vida, es la forma de manejar lo que te sucede"
11. "La principal causa de fracaso e infelicidad, es cambiar lo que más quieres por lo que quieres en este momento"
12. "La falta de dirección, no la falta de tiempo, es el problema. Todos tenemos días de veinticuatro horas".
13. "Tú eres la única persona en la tierra que puede usar tu habilidad"
14. "Esto lo sé más allá de cualquier duda razonable: independientemente de lo que estás haciendo, si bombeas lo suficiente y lo suficientemente duro y con entusiasmo suficiente, tarde o temprano, el esfuerzo le traerá la recompensa.
15. "Si no te gusta lo que eres y dónde estás, no te preocupes, porque no estás atrapado. Sea quién seas o estés dónde estés, puedes crecer, puedes cambiar y puedes ser más de lo que eres"
16. "Cuando surgen obstáculos cambia de dirección para llegar a la meta, no cambies tu decisión de llegar allí"
17. "Recuerda que hay mucho espacio en la parte superior, pero no lo suficiente como para sentarse"
18. "El más grande de todos los errores es no hacer nada porque piensas que solo puedes hacer un poco"
19. "Cuando pones fe, esperanza y amor juntos, puedes criar hijos positivos en un mundo negativo"
20. "La capacidad puede llevarte a la cima, pero se necesita carácter para mantenerse allí"


jueves, 12 de junio de 2014

Juan Pablo II y el guardia suizo: 5 lecciones de liderazgo que usan los maestros de emprendedores.



La palabra de moda hoy es mindfulness, concepto que viene a resumir la capacidad de volcar toda la mente y la atención indivisa en algo que se está haciendo. 

Es un trending topic en internet. Se usa en escuelas de negocios, los profesores del IESE escriben artículos sobre ello, se escriben libros enteros. 

También escribe de ello Carmine Gallo, un conferenciante de moda y coach en comunicación para las marcas más admiradas del mundo. 

Es autor de siete bestsellers internacionales entre los que se incluye su última publicación “Talk Like TED: The 9 Public-Speaking Secrets of the World´s Top Minds”: (Habla como un conferenciante TED: Los 9 secretos de las mentes más privilegiadas del mundo a la hora de hablar en público). Gallo es contribuidor habitual de la revista Forbes, en la que nos cuenta la siguiente historia real de atención y liderazgo que tienen por protagonistas al Papa San Juan Pablo II y a un joven guardia suizo. 


Soledad en Nochebuena
En la Nochebuena de 1986 Andreas Widmer hacía su primer servicio estrenándose como Guardia Suizo al servicio del Papa Juan Pablo II, su jefe, que llegaría a ser santo. Pocos son los que pueden decir que han tenido un jefe santo. 

El primer encuentro entre los dos se produjo cuando San Juan Pablo II salía por la puerta de su apartamento papal y se dirigía a celebrar la misa de medianoche. ¡Quién le iba a decir al joven Widmer que Karol Wojtyla iba en ese primer momento a causar una impresión indeleble en su persona! 

Fue esa gran capacidad del pontífice de estar en lo que hacía lo que hizo que éste se diera cuenta de las circunstancias personales por las que atravesaba el joven y novato guardia suizo. Circunstancias que le causaban desasosiego, hasta que San Juan Pablo II inició la conversación.

Widmer era joven, añoraba su familia en plena vigilia de Navidad y se sentía un poco deprimido y falto de seguridad. No había comentado esta sensación con nadie. 

Juan Pablo II se le acercó y le dijo: “¡Está claro que ésta es tu primera Navidad fuera de casa! Valoro mucho el sacrificio que haces por la Iglesia. Voy a rezar por ti esta noche en la misa”.

Ninguno de entre sus colegas y amigos había notado esa noche la angustia que le embargaba. Tuvo que ser el líder de mil doscientos millones de católicos el que se diera cuenta, y le diera una lección del liderazgo de aquél que está dispuesto a servir.


El joven guardia suizo Andreas Widmer hoy es director de un programa de emprendedores

De guardia a profesor de emprendedores
Gallo conoció al soldado Andreas Widmer hace dieciocho meses, y se sorprendió gratamente al comprobar con qué aprovechamiento había aprendido la lección, llegando hoy a ejercer como Director del Programa para Emprendedores de la Catholic University of America en Washington, D.C. 

“Le asalté en el momento en que salía hacia Roma para hablar del legado que el Papa Juan Pablo II deja a todo líder que, independientemente de su credo religioso, desea inspirar a su equipo para que consiga la excelencia”, comenta. 

El Papa Juan Pablo II enseña a un joven Guardia Suizo 5 lecciones de liderazgo.

1. Animaba a la gente a pensar en grande y a mantener la vista alzada y puesta en la distancia. 

“Juan Pablo siempre tenía la perspectiva de mi vida completa cuando me hablaba. Estoy convencido de que esto es una consecuencia natural de su dedicación durante largos años a la universidad como capellán. En una ocasión se detuvo a hablar conmigo. Quiso saber cómo me iba y si me gustaba mucho o poco ser guardia suizo. Le hablé de mis ocupaciones y preocupaciones, todas ellas centradas en el corto plazo. Él me ayudó a pasar de una visión a corto plazo a la visión a largo plazo para el resto de mi vida”. Según Widmer el pontífice siempre le empujaba a alcanzar metas más altas y a no quedarse instalado en la mediocridad. “Me empujaba a pensar en grande”. 


2. Estaba totalmente volcado en cada conversación. 
“Cada vez que hablaba con Juan Pablo, incluso cuando solamente me pasaba para saludarlo, me hacía sentir como si yo fuera la razón por la que se había levantado esa mañana”. 

Volvamos al primer encuentro de Widmer con su nuevo jefe en esa vigilia de Navidad. Widmer admite que se sentía triste y decidido a dejar el servicio. Pensaba en ese momento que había cometido un tremendo error apuntándose al cuerpo de la Guardia Suiza. Cuando el papa salió de su apartamento, podría haber simplemente pasado de largo. “Pero no pasó solamente. Se paró y se dio cuenta de que estaba turbado y del motivo real de mis circunstancias. Tenía la fina habilidad de notar las cosas en el preciso momento, de captar el verdadero sentimiento de la gente con la que se cruzaba”. 

Juan Pablo hacía sentir especial a la gente porque estaba presente. Éste es un rasgo común en un líder que inspira a personas. 

"Los empleados que me cuentan que trabajan para líderes que les inspiran casi siempre comentan que su jefe les hace sentir como si fueran la persona más importante en ese momento en esa habitación y que su jefe se preocupa genuinamente de su bienestar".

Juan Pablo II en México en 1978

3. Mostraba a las personas que creía en ellas.
“Juan Pablo tenía más fe en mí que yo mismo”, decía Widmer. “Eso aumentaba mi autoestima y me permitía conseguir más de lo que yo hubiera pensado que era posible. Creyó en mí antes que yo mismo”. 

Los líderes que inspiran creen en la gente, a menudo incluso más que ellos mismos y con más fuerza. 

"Uno de los líderes más inspiradores al que he tenido el placer de entrevistar fue un maestro de escuela", señala Carmine Gallo. "Ron Clark fue el profesor Disney del año en 2000. Incluso se llegó a hacer una película sobre él para la televisión acerca de su experiencia. Lo que le mereció el premio fue cuando se encargó de una clase de alumnos con fracaso escolar de 5º curso en Harlem y en un solo año académico ofrecerles con aprovechamiento las habilidades necesarias para desbancar en el examen de final de curso a la clase con mayor grado de excelencia hasta ese momento". 

"Clark me contó que se permitió albergar grandes esperanzas en los chicos. Clark no les dijo que iban a superar el nivel que se esperaba de ellos, simplemente les dijo que iban a superar a la clase de los alumnos más destacados por su rendimiento académico de la escuela al final de ese curso. Una vez ellos se lo creyeron y creyeron en sí mismos, el cielo era el límite". 

4. Veía el trabajo no como una carga sino como una oportunidad. 
Según cuenta Widmer “Juan Pablo II hablaba del trabajo no como si se tratara de una carga sino como de una oportunidad para llegar a ser aquello a lo que estamos llamados. Creía firmemente que es el trabajo lo que nos hace realmente humanos”.

Juan Pablo creía que cuando trabajamos no solamente “hacemos más”; en su carta encíclica “Laborem Exercens” el papa escribió: “El trabajo es una dimensión fundamental de la existencia del Hombre sobre la tierra.”


5. Celebraba la capacidad emprendedora. 
Juan Pablo celebraba el fenómeno de ser emprendedor porque crear algo a partir de la nada es un aspecto fundamental de toda espiritualidad. 

"Al igual que los que creen tienen Fe en su Creador, así también el emprendedor debe tener Fe en su visión, Fe en la capacidad del equipo de ejecutar la visión, y Fe en que aquello que se proponen llevar a término está intensamente conectado a algo mayor que ellos mismos", asegura Gallo.

Juan Pablo convenció a Widmer que el fenómeno emprendedor era un camino grandioso sobre el que construir su vida, camino en el que podía utilizar sus dones, talentos e ideas para desplegar plenamente su potencial y así participar en la obra de la creación.



martes, 10 de junio de 2014

Cómo emprender con éxito y no morir en el intento.

Emprender con éxito no es posible si se hace a la ligera: necesitas un método de trabajo eficaz, claro y concreto.


La vida profesional del empresario está llena de dificultades, pero, donde mucha gente ve problemas, los emprendedores ambiciosos como tú ven retos: pero lo más importante es que ven soluciones. Superarse cada día es la única forma de alcanzar el éxito a largo plazo, que en definitiva es la tarea más satisfactoria que hay en el mundo empresarial. Emprender con éxito es más fácil si tienes a tu favor los factores adecuados.

¿De qué hablo? De las cuatro partes esenciales para abrazar el triunfo comercial de un producto, y mucho más en Internet: esfuerzo, tiempo, inversión y metodología de trabajo. Puede que alguna flaquee de vez en cuando, pero el equilibrio de todas es la salvaguarda de tu empresa en el ecosistema online.

Es cierto que nuestro país no se caracteriza por tener una mentalidad propicia al emprendimiento profesional, en comparación con Europa o Estados Unidos, pero también es verdad que hay muchos líderes empresariales como tú que han triunfado con rotundidad.

¿Cuál es el problema entonces? Que la mayoría de los fracasos en las iniciativas online no ha sido provocada por la crisis, sino más bien por un mal planteamiento. Esto es como ir a la guerra: ¿acaso has visto a Mel Gibson ir a lo loco en ‘Braveheart‘? Lo mismo has de hacer con tu empresa.



Necesitas ir preparado para todo: captar al máximo a tus clientes potenciales y ‘luchar’ contra los competidores. Debes tener un conocimiento exhaustivo de estrategia empresarial y adaptarlo a tus objetivos primordiales: vender tu producto en Internet.

El panorama es así de alentador: un mundo de posibilidades solo para ti, pero con trampa. La crisis, como he dicho, solo potencia el trabajo mal hecho. Lo has visto demostrado en casos que conoces y sabes que no solo basta con tener una buena idea: requiere implementarla.

El ecosistema online ha facilitado la apertura a multitud de nuevos modelos de negocio. Para esto mismo escribo este artículo, para que comprendas que el triunfo comercial no está asegurado si notienes claras las pautas que te he mostrado anteriormente. Ahora te pregunto, ¿estás listo para generar buenas estrategias de marketing y emprender con éxito? Entonces atento a las últimas novedades sobre el contexto del emprendedor online.



Datos previos para emprender con éxito

1. Tipos de emprendedor.

Quiero que te quedes con este dato relevante: un estudio muestra que en 2009, solo en 59 países,110 millones de personas de entre 18 y 49 años afirmaban tener el propósito real de emprender. ¿Qué modelos hay? Atento a los siguientes.

Niño prodigio. Hablamos del experto en informática física y arte que sabe cómo hacer rentable un negocio.


‘Cerebrito’. A modo de anécdota, es el emprendedor que tiene ‘todo el tiempo del mundo’ para realizar informes y compilar centros de datos pero no para ducharse.


Flamante CEO. Se trata de la persona que hace todo lo necesario para ser un campeón, el que pone toda la carne en el asador para alcanzar el éxito.


Ama de casa. Es la madre que toma la iniciativa para, por ejemplo, crear un blog semi-profesional que le aporte una alternativa a sus múltiples tareas diarias.


‘Emprendedor en pijama’. No es otro que la persona que está siempre en casa, tanto que no tiene para ponerse traje y corbata.


‘Hombre conferencia’. Trabaja desde casa y su oficio consiste en emplear Skype para hablar con clientes. ¿Qué pasa? Que solo lleva puesta la parte de arriba del traje.


‘Tecnófilo’. Como habrás intuido, hablo del forofo de las últimas tecnologías, el que siempre compra el nuevo modelo de iPhone para hacer juego con su MacBook y su iPad.


‘Vividor’. Trabajador incansable. Pero, ¿para qué? Ahí se esconde la espada de doble filo: para ganar tanto dinero que pueda divertirse al máximo.


‘Cotorra’. Tiene el Máster en Redes Sociales para un único propósito: hablar. Suele organizar todos los eventos de su empresa y le encanta agasajar a sus clientes.


Showman. Lleva consigo todos los útiles para, en cualquier momento, sorprender al cliente con una demostración de poder.

2. Resumen informes relevantes.
No tengas tanto en cuenta los tipos de emprendedor, sino más bien su función: mover hacia delante el mundo empresarial.



Éstos provienen de todas las clases sociales.

A pesar de sus múltiples tipologías, tienen una cosa en común: la dedicación.


¿Listo para emprender con éxito?

Como has podido comprobar con el artículo que te he expuesto, el factor clave que mueve el mundo empresarial es el emprendedor. La inmensa mayoría de negocios son en este sentido y debes saberlo. Mi intención con este discurso es hacerte ver la necesidad que tienes como empresario de tener un buen método, conocer las posibilidades e implantar una buena estrategia de marketing online.

lunes, 9 de junio de 2014

El Test de Krauss. Las 10 preguntas que te dicen si estás dejando huella en la vida.

Nuestras acciones, aunque también nuestras omisiones, dejan un rastro que va más allá de lo personal para influir en el entorno social. Somos lo que hacemos y las huellas que vamos dejando atrás son el reflejo de nuestro impacto, ya sea positivo o negativo, así como más o menos trascendente. Se trata de lo que la psicóloga Susan Krauss Whitbournedenomina “huella de vida” en su último ensayo, The Search for Fulfillment(Ballantine Books).



Recurriendo a una analogía con el concepto de la huella de carbono, Krauss acuña así este término para designar el rastro que nuestras acciones dejan en la gente que nos rodea. Estas huellas de vida, que lógicamente están más presentes en las personas cercanas, nos dan pistas de la forma mediante la que nos relacionamos con los demás. Hasta las decisiones o comentarios más insignificantes pueden tener consecuencias a largo plazo en la gente que nos rodea, lo que entronca con el famoso efecto mariposa de la teoría del caos.

Una causa y efecto que puede producir tanto resultados positivos como negativos. A no ser que alguien esté encuadrado dentro de la tipología de laspersonalidades tóxicas, la finalidad de todo el mundo consiste en dejar unahuella de vida positiva. Es por ello que antes de tomar una decisión valoramos los perjuicios o beneficios que causará en los demás.

El test de Krauss

Para medir el verdadero impacto de nuestra huella de vida, la psicóloga de la Universidad de Massachusetts ha elaborado un test con diez preguntas. Cada una de ella debe puntuarse utilizando la escala numérica del 1 (muy en desacuerdo) al 5 (muy de acuerdo). Si la puntuación final se acerca más los 40 puntos que a los 20 es que camina en la buena dirección para dejar una huella positiva. En cambio, si se aleja de esta cifra, apunta Krauss, debemos replantearnos cómo nos relacionamos con nuestros amigos y familiares, compañeros de trabajo y hasta con los desconocidos que se cruzan en nuestras vidas sólo por un instante.

1. Otras personas me dan las gracias por cómo los he ayudado cuando pasaban por situaciones difíciles.

2. Las tareas que realizo, tanto en el trabajo como en casa o cualquier otra institución, mejoran la vida de los demás.

3. Un amigo de un amigo se ha sentido influido positivamente por algo que yo he hecho.

4. Creo que tengo muchas cosas positivas que aportar a los demás y hago todo lo necesario para que sea así.

5. Para mí es importante que mi familia piense que la apoyo y que estoy ahí para ayudar cuando sea necesario.

6. Me he enterado que una conversación mantenida con alguien fue el germen para motivarla y que luego consiguiese un objetivo importante para él o solucionase un problema.

7. Puedo afirmar de forma honesta que mi trabajo o mi papel en la familia o grupo de amigos tiene un impacto positivo en los demás.

8. Cuando me marco metas tengo más en cuenta el efecto positivo que tendrán en otras personas que las recompensas materiales para mí.

9. Soy consciente de que cada una de mis decisiones, acciones o comentarios pueden tener una gran influencia en los demás, tanto positiva como negativa.

10. Se me ocurren varios casos en los mis consejos ayudaron a alguien a tomar una buena decisión.

Nunca es tarde para cambiar

El hedonismo y el individualismo, tan presentes en las sociedades modernas, con unos acelerados ritmos de vida y una corrompida idolatría a la competitividad, pueden anular la capacidad de empatizar con las personas de nuestro entorno. Los sociólogos se refieren a este aislamiento e impotencia para entablar relaciones empáticas con el grupo como anomia. Cierto es que cada vez está más extendida, pero con esfuerzo e interés se puede revertir la situación.

Dejarnos ayudar por los demás es otra forma de dejar una huella positiva en ellos. Aunque en el test de Krauss no se incluyen preguntas con este enfoque, la autora apunta en su ensayo que “reconocerle a los demás lo que han hecho por nosotros influye positivamente en su bienestar”. Nos ayudan y, al agradecérselo, los ayudamos a ellos al mismo tiempo.

Para la psicóloga nunca es tarde si uno quiere cambiar. “Pensemos en las consecuencias de nuestras decisiones, en el potencial que tenemos para influir en los demás, y centrémonos en lo bueno, porque a largo plazo nos beneficia a todos”, añade. Por tanto, hay que reflexionar antes de actuar y mantener a raya las emociones más viscerales.


viernes, 6 de junio de 2014

'10 Claves para crear una Marca' por Francisco Polo




¿Qué hay en un nombre? Aquello que llamamos rosa. Igual dulce fragancia tendría con otro nombre…

Esas palabras me las recordó Jesús Encinar cuando le pedí consejo para darle nombre a un proyecto el año pasado. Tenía que deshacerme de un nombre que me gustaba mucho porque no cumplía con los mínimos que se le debe pedir a un nombre. Son unos buenos versos que recordar cuando tienes que despedirte de una idea que te gustaba mucho…

Sin embargo, hace unas semanas estuve de nuevo buscando un nombre para un nuevo proyecto y tuve que volver a hacerme la pregunta pero en un momento distinto: al comenzar a pensar ¿Qué hay en un nombre? Pues resulta que mucho. Especialmente si vas a tener pocas oportunidades de llegar a la gente y quieres que les quede claro de qué va la cosa.


En mi corta, pero intensa, experiencia con esto del naming he empezado a sacar algunas claves que creo que a más de uno pueden resultarle útiles. 

Ahí van:

1. Establece cuales son los elementos clave de tu negocio o proyecto

Haz una lista con no más de tres o cinco de ellos. Tienes que intentar que tu nombre comunique esos elementos clave.

2. Debe significar algo

Cuanto más comunique por sí mismo, menos tendrás que explicar tu producto. (Hay quien opina lo contrario, que es mejor inventar una palabra que no signifique nada. Quizás sea una buena idea para evitar problemas posteriores, sin embargo es bastante probable que vayas a necesitar de una buena inversión para comunicar el contenido de la marca).

3. Intenta que tu nombre sea sugestivo

Crea una palabra nueva utilizando raíces de palabras que sugieran características de tu empresa. Utiliza otros morfemas para redondear lo que quieres transmitir. Si necesitas ayuda, a mí esta web me facilitó mucho la tarea ;o)

4. Evita ser demasiado concreto y demasiado genérico

Si te vas a lo primero, utilizando por ejemplo siglas, costará mucho que recuerden tu nombre, si pones un nombre demasiado genérico, probablemente, ocurra lo mismo. Evita también utilizar un nombre vinculado a un espacio territorial (p.e. MovilEspaña) porque te costará usar el nombre cuando llegue el momento de irse para otro sitio.

5. El nombre debe ser fácil de pronunciar

Y debe ser fácil escribirlo con sólo haberlo escuchado una vez. Porque lo que quieres es que la gente lo recuerde y sea capaz de reproducirlo, ¿verdad?

6. Asegúrate de que el nombre no tenga connotaciones negativas en otros idiomas

No debe ocurrirte como a alguien, cuya identidad no voy a desvelar, que acuñó un nombre que resultaba que en francés significaba“colaboracionista NAZI durante la II Guerra Mundial”.

7. Échale un ojo a tu competencia

Lo que quieres es distinguirte de ella. Así que evita inspirarte en tus competidores y busca algo diferente. Si ellos ponen nombres cortos, tú largo. Si ellos ponen nombres en kiswahili, tú en castellano. Si ellos se tiran por la ventana… bueno, ya lo has pillado.

8. Busca una nueva forma de escribir una palabra ya existente

Ésto es un truco si tienes dificultades para encontrar una palabra que no esté ya registrada como dominio. Sin embargo, esta técnica tiene en contra que vas a tener que explicar como se escribe tu marca cada vez que la menciones hasta que sea muy conocida. Si decides hacer ésto ponderalo bien con el punto 5.

9. Comprueba que los dominios principales están libres y que no está registrado como marca

De poco te servirá un nombre que no puedas utilizar en Internet (porque vas a montar una empresa en Internet, ¿no?) bajo los dominios .com, net. y .es. Tampoco te servirá de mucho un nombre que esté libre en Internet pero que alguien haya registrado ya como marca. Haz siempre una comprobación en la web de la Oficina Española de Patentes y Marcas.

10. Verifica la validez del nombre con todas las personas que puedas

Éste es tan importante como el anterior. Aprovecha el contacto con cualquier persona para decirle el nombre y preguntarle qué le sugiere. Si te dice que algo relacionado con lo que estás montando…BINGO! Tienes una marca!

Bueno, éstas son algunas de las claves con las que he dado en este tiempo.

¿Se te ocurre alguna más?

jueves, 5 de junio de 2014

Liderazgo carismático. Desarrolla siete cualidades.



William Gladstone y Benjamin Disraeli fueron dos acérrimos rivales políticos a finales del siglo XIX. Sus épicas batallas por el control del Imperio Británico destacaron por la intensa animosidad que rodeó su relación, tanto en la arena pública como en sus vidas personales.

Ambiciosos, poderosos y astutos políticamente, ambos hombres fueron intensos competidores y maestros políticos. Aunque los dos obtuvieron grandes éxitos, la cualidad esencial que les separaba como líderes era su forma de aproximarse a la gente. Esta diferencia queda patente tras el relato de una joven mujer que cenó con ambos en noches consecutivas. Cuando fue preguntada al respecto de la impresión que obtuvo de ellos dijo: “Cuando dejé el comedor tras haber estado con el señor Gladstone, pensé que era el hombre más inteligente y astuto de Inglaterra. Ahora bien, tras haber cenado con el señor Disraeli, pensé que yo era la mujer más inteligente de Inglaterra”.

Lo que distinguía a Disraeli de Gladstone era el carisma. Disraeli poseía un encanto personal del cual carecía su rival. Su atractivo personal atraía amigos y creaba impresiones favorables entre sus conocidos. A lo largo de toda su carrera, el carisma de Disraeli le proporcionó una ventaja sobre Gladstone.

De entre todos aquellos atributos esenciales del liderazgo, quizás sea el carisma el que que menos entendamos. A primera vista, el carisma parece ser una energía invisible o un magnetismo atrayente. No se puede negar su presencia, pero es difícil apuntar su origen. Hay algunos que piensan que el carisma es una cualidad con la que se nace. Está integrada en ciertas personalidades y completamente ausente en otras. Personalmente, opino que se puede aprender a tener un cierto carisma que amplifique la influencia de un líder. A continuación, examinaremos sus causas y plantearemos algunas sugerencias para incrementarlo.

Siete cualidades de líderes carismáticos:

Carisma es “la habilidad para inspirar entusiasmo, interés o afecto en los demás a través del encanto personal o la influencia”. Los líderes que tienen esta habilidad comparten siete características entre ellos.

1-. Sienten amor por la vida

Aquellos líderes que generan seguidores son apasionados respecto de la vida. Son personas a quienes les gusta celebrar, no quejarse. Destacan por su alegría y empatía. Son energéticos y lo irradian de una forma contagiosa. No hay que mirar mucho más allá de la sonrisa para darnos cuenta del poder de su carisma. Cuando las personas reciben una sonrisa responden con lo mismo. Si eres escéptico, inténtalo. Sonríe a las cajeras, a los camareros, a los compañeros de trabajo, etcétera. Verás cómo tu sonrisa recibe, de forma recíproca, otras sonrisas. Los líderes con carisma transmiten energía positiva. Como decía Henry Van Dyke, “no hay mayor encanto personal que el de aquellos que tienen un temperamento alegre”.

2-. Valoran el potencial de las personas

Para convertirte en un líder atractivo, has de esperar lo mejor de tu equipo. Los líderes ven a las personas no como son, sino como pueden llegar a ser. Desde su altura ayudan a los demás a construir puentes que les faciliten el paso desde el presente al futuro que desearían. Benjamin Disraeli comprendió esta realidad, llegando a ser un experto en aplicarla. Dijo una vez: “El mejor favor que puedes hacer a otra persona no es compartir con ella tus riquezas, sino ayudarla para que las suyas se revelen”. Cuando se invierte en las personas ayudándolas a crecer en relación a su potencial, se crean vínculos potentes y positivos.

3-. Dan esperanza

Todos deseamos mejorar nuestras fortunas y futuro. Los líderes carismáticos llegan a enganchar con las personas a través de pintar un mañana mejor que el presente. Para ellos, el futuro está lleno de maravillosas oportunidades y sueños por realizar. Napoleón Bonaparte dijo una vez que “los líderes son negociadores de esperanza”. Aportan optimismo a la cultura empresarial al tiempo que mejoran la moral general. Aunque siempre están atentos a la realidad inmediata, no se resignan a gestionar exclusivamente las circunstancias del presente.

4-. Comparten con los demás

Los líderes carismáticos añaden valor a las personas al compartir su sabiduría, recursos y tiempo. Consideran que el poder de la inclusión es esencial y por ello invitan a otros a unirse a él en el proceso de compartir y aprender de las experiencias, realizar tormentas de ideas o, sencillamente, para tomar una taza de café. Los líderes carismáticos abrazan el espíritu del trabajo en equipo y valoran la compañía de una forma positiva. Por ello, los líderes carismáticos no están solos en la cúspide. “El carisma es una chispa que ciertas personas tienen y que no se puede comprar con dinero. Es una energía invisible cuyos efectos son visibles”, nos recuerda Marianne Williamson.

5-. Piensan continuamente en los demás

Para los líderes carismáticos, no existe mayor satisfacción que aquella de servir a los demás. Encuentran gran placer en las celebraciones de los éxitos de sus compañeros y de quienes les siguen. Lo que más les gusta es el triunfo de un equipo. ¿Cómo puedes tener carisma?, pregunta Dan Reiland. Él mismo responde: “Preocúpate más por hacer que los demás se sientan bien consigo mismos que por hacer que los demás se sientan bien contigo”.

6-. Descubren y utilizan su estilo propio, su voz

Uno de los argumentos más utilizados por los comentaristas políticos se refería a “encontrar su propio estilo” (finding their voice). La comentarista política del Time Magazine, Ana Marie Cox, escribía refiriéndose al senador Barack Obama, que encontró su voz en la convención del Partido Demócrata. David Gergen decía, en la cobertura del debate que previamente se había celebrado en la CNN que: “John McCain se había reencontrado con su voz”. Stephen R. Covey nos dice: “Una palabra describe el camino hacia la grandeza: la voz. Aquellos que en su camino encuentren su voz, aquella que les sirva para inspirar a otros a encontrar la suya, habrán encontrado el camino hacia el liderazgo carismático”.

7-. Utilizan su carisma como una forma de incrementar su influencia para hacer el bien

El carisma es una parte esencial de la capacidad de influencia de un líder. Sin él, estos tienen dificultades para inspirar pasión y transmitir energía a sus equipos. Con él, los líderes son capaces de conseguir lo mejor de quienes les siguen, haciendo que estos rindan y se sientan plenos. El carisma no es una energía manipuladora o un regalo mágico dado a ciertas personalidades, sino una atractiva mezcla de cualidades que se puede aprender. 

John Maxwell, autor del libro Las 21 cualidades indispensables de un líder