lunes, 16 de marzo de 2015

Sesiones Coaching Personal/ coachingDVida por José Luis Moreno.

Nuestro principio es Ayudar a los demás.

Nuestra labor es Ayudarte a conseguir tus Objetivos personales en el menor tiempo posible.




El Coaching es un camino hacia el cambio. 

Un camino  de mejora de la  calidad de vida hacia el éxito personal y profesional.

En nuestras sesiones de #CoachingDVida te ayudamos a solucionar tu problema de hoy con vistas al mañana.

La vida es lo más valioso que poseemos. Mientras tengamos vida nada es imposible.

TU COACH

Queremos ser TU COACH y estos serán los beneficios que obtendrás:

  • Alcanzar tus objetivos personales.
  • Superar situaciones de BLOQUEO.
  • Aumentar la confianza en ti mismo.
  • Superar crisis personales.
  • Superar  crisis profesionales.
  • Responder ante problemas sobrevenidos.
  • Simplificar tu vida.
  • Mejorar tu imagen y forma física.
  • Aumentar la seguridad en ti mismo.
  • Encontrar trabajo o empezar un nuevo negocio.
  • Mejorar tu calidad de Vida.


Queremos ser TU COACH 

En Coach Integral Services te ofrecemos la máxima profesionalidad, seriedad y confidencialidad.


  • Sesiones de 60 a 90 minutos.

  • Primera sesión informativa GRATUITA.
  • Segunda sesión: 75 euros.
  • A partir de la tercera Sesión60 euros.

Pack 4 sesiones (sin contar la sesión informativa): 225 euros


Pack 8 sesiones (sin contar la sesión informativa): 400 euros 


Sólo tienes que llamar sin compromiso:

630 161 791

Estamos en:


Diego de León, 22 6º Izquierda.

(Esquina calle Velázquez, Madrid)



jueves, 12 de marzo de 2015

Creer...

Creer en uno mismo no te garantiza el éxito, pero sí disfrutar de lo que haces y ser capaz de superar cada obstáculo y levantar de cada caída. #CoachingDVida


miércoles, 11 de marzo de 2015

Fases del proceso #coachingDVida por José Luis Moreno

Estas son las fases que seguimos en las sesiones de #coachingDVida cuando nos has dado la confianza de ser TU COACH personal:




1º Marco de actuación.


  • Sesión de Presentación.
  • ¿Qué te ha llevado hasta aquí?
  • ¿Qué esperas?
  • Explicación funcionamiento del Coaching.
  • Ajuste de expectativas.
  • Condiciones: compromiso, sinceridad, confidencialidad.
  • Tipo de Coaching: presencial, telefónico, online, mixto.




2º Alianza Coach/Coachee


  • Diseño de Contrato/Compromiso/Alianza entre Coach y Coachee.
  • Se refleja toda la información sobre el proceso y las condiciones.
  • Firma por las partes.


3º Analizamos la situación

  • ¿Dónde estamos?
  • ¿Por qué?
  • ¿Qué te preocupa?
  • Exploración de hechos, emociones y creencias que sustentan la situación actual. 


4º Búsqueda de bloqueos

Definir tus posibles creencias o ideas preconcebidas que te limitan e interfieren en tus propias capacidades. Trabajar para transformarlas en creencias que te potencien hacia la consecución de tus objetivos. 
  • ¿Cuales son tus creencias?
  • ¿Qué hábitos tienes?
  • Tomamos conciencia de uno mismo.
  • Nuevas formas de ver las cosas.
  • Descubrimos qué impide desarrollar otras estrategias de actuación.
  • Identificamos los frenos.



5º Identificamos Metas / Objetivos

Identificar y focalizar tus objetivos es la fase más importante del proceso ya que tu satisfacción depende de la consecución de los mismos. Los objetivos siempre tienen que ser compatibles con el resto de intereses que te envuelven: familia, amigos, salud, formación, etc.
Deben ser objetivos realistas, positivos, medibles y temporalizables. 
  • ¿Qué objetivos tienes?
  • ¿Qué metas te propones?
  • ¿Qué retos?
  • ¿A dónde vamos?





6º Plan de Acción

No deja de ser nuestra hoja de ruta, nuestros pasos a seguir hasta el final del proceso.
Nada es fácil ni de un día para otro. Tendremos que planificar tanto la consecución de objetivos como de los subobjetivos que nos llevarán al logro.
  • Diseñamos tu Plan de Acción.
  • Establecemos acciones y compromisos.
  • Buscamos juntos el camino.
  • Creatividad para hallar alternativas.
  • Priorizamos y ordenamos acciones.
  • Compromiso.



7º Seguimiento y Evaluación.

Siempre debemos estar atentos a los ajustes o rediseños sobre la marcha de nuestro Plan de Acción. Se pueden generar diferencias entre lo que hemos planeado y lo que vaya sucediendo durante el recorrido. El plan se va ajustando a nuestras necesidades. Por ello la comunicación entre el Coach y el Coache es fundamental.
Te acompañamos en cada momento más allá de las sesiones.
Cada obstáculo lo superamos juntos.
  • Seguimiento del Plan de Acción.
  • Evaluación de resultados.


7º Evaluación.

La evaluación de los resultados no sólo nos sirve para tener la sensación de haber cumplido los objetivos sino que es una experiencia para pensar en lo que puedo ser capaz de conseguir.


  • ¿Qué he aprendido?
  • ¿Vamos a por más retos?
  • ¿Qué puedo seguir mejorando?


La verdad es que siempre he creído que el mejor proceso de coaching es aquel en el que no hace falta un coach. Ese en el que tu mismo te conviertes en tu propio Coach, porque la vida, con sus penas y alegrías, con sus empujones y caídas, con sus luces y sombras, te ha iluminado lo suficiente como para convertirte en tu propio referente.

Y si no lo has visto, estamos ahí, para ayudarte a verlo.

Disfrutar con pasión de una experiencia personal que nos hace entender que somos capaces de conseguir aquello que nos planteamos.

Transformemos los problemas en retos.

Tengamos retos y luego busquemos el camino para conseguirlos.

José Luis Moreno




lunes, 9 de marzo de 2015

Ocho actitudes comunes que distinguen a las personas amargadas...

Por Alba Ramos Sanz

Amargarse y no hacer nada es mucho más sencillo que enfrentarnos a la negatividad y solucionar nuestros problemas, pero también mucho más perjudicial para nuestro yo individual y social.



“No sirvo para nada”, “todo me pasa a mi” o “no puedo tener más mala suerte” son algunos pensamientos negativos que de vez en cuando nos rondan la cabeza. Desde luego que todos podemos tener un mal día, pero sumergirnos en ellos sin intentar mirar el lado positivo de las cosas deriva en una vorágine de tristeza, antipatía y desánimo que a la larga no nos hace daño más que a nosotros mismos. 

Amargarse y no hacer nada es mucho más sencillo que enfrentarnos a lanegatividad y solucionar nuestros problemas, pero sin duda también muchísimo más perjudicial para nuestro yo individual y social.

Múltiples estudios han demostrado que los sentimientos de tristeza crónicos pueden afectar negativamente a nuestra salud, felicidad y bienestar. Aprender a detectarlos –tanto en nosotros mismos como en las personas que nos rodean– y saber cómo eliminarlos es una tarea que requiere un esfuerzo por nuestra parte pero que en ningún caso es imposible.

El profesor Preston ni se plantea en Psychology Today cómo podemos gestionar las ocho actitudes negativas más comunes para poder diferenciar entre la confianza en uno mismo y el miedo al fracaso y ser capaces de dominar el victimismo para ser capaces de salir –o sentirnos– victoriosos ante las derrotas. 






Dejarnos dominar por el miedo al fracaso y el victimismo nos hace infelices. (iStock)

1. Mensajes autodestructivos

Tener charlas con uno mismo es estupendo para colocar sentimientos e ideas en nuestra cabeza, pero si la conversación se centra en destruir nuestra moral a través de automensajes sobre lo zopenco que eres y lo terriblemente malque lo haces todo –cuando lo haces, que el castigo también puede venir precisamente de dejar que te coma la desidia– apaga y vámonos, que se suele decir.

¿Te has escuchado a ti mismo un “no puedo”, “no soy lo suficientemente bueno” o “no tengo lo que se necesita”? Acalla esa voz interior proveniente de El Mal porque si los mensajes que nos enviamos a nosotros mismos reducen nuestra confianza, disminuyen nuestro rendimiento, acaban con nuestro potencial y, en última instancia, sabotean cualquier posibilidad de que triunfemos, son charlas contraproducentes.

Como explica el profesor Ni, igual que un amigo no te estaría repitiendo constantemente que “no eres lo suficientemente bueno” o que “vas a fracasar”, autobombardearte con estos mensajes “te convierte en tu peor enemigo y detractor”. 

Autobombardearte con mensajes como "vas a fracasar" te convierte en tu peor enemigo y detractor

2. Pensar que lo vas a hacer mal

Una forma predominante del pensamiento negativo es hacer un balance de una situación o una interacción y anticiparnos con la idea de que saldrá mal. “Para muchas personas, esta actitud de ver el vaso medio vacío es habitual y automático”, comenta el profesor y coach profesional quien añade que “la forma en la que nos relacionamos con las circunstancias es la que hace que una experiencia sea positiva o negativa”.

Esta elección instantánea puede hacerte más fuerte o más débil, más feliz o más triste, seguro de ti mismo o una víctima acabada. No hay por qué vivir en el país de la piruleta, algunos imprevistos de la vida pueden resultar incómodos, pero no hay por qué hundirse: ¿Se ha pinchado la rueda del coche en mitad de una granizada? Ya has aprendido a usar el gato. Eso que te llevas. 

3. Las comparaciones nunca fueron buenas

Una de las maneras más sencillas y comunes para sentirnos mal es compararnos desfavorablemente con los demás. Claro que nunca lo hacemos con los considerados “iguales” sino que tenemos tendencia a hacerlo con “los que tienen más triunfos, parecen más atractivos, ganan más dinero o presumen de tener más amigos de Facebook”, comenta el profesor.

Cuando nos vemos a nosotros mismos deseando tener lo que otro tiene y nos sentimos inferiores, “estamos teniendo un momento de comparación social negativa” explica Ni. Corta de raíz las envidias –no, no existe la “sana” por mucho que te lo repitas– porque estas comparaciones “derivan en estrés, ansiedad, estados de depresión y la toma de decisiones autodestructivas”. ¿Merece la pena?

Compararnos constantemente con personas a las que les va mejor que a nosotros termina por amargarnos. (iStock)

4. La idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor

“Debemos aprender del pasado pero no sentirnos atrapados por él”. Pensar constantemente que has tomado el camino equivocado y que aquella decisión es la culpable de que ahora te encuentres en estas circunstancias. Sumergirnos en el pudo ser y no fue no conduce más que a la autoflagelación mental sobre algo que ni siquiera sabemos si realmente habría salido tal y como nuestra mente negativa nos relata. No sabemos si habría sido mejor, sólo lo que tenemos ahora mismo, y depende de nosotros afrontarlo con una u otra actitud. 

Hay que saber reconocer las nuevas oportunidades: “A veces el primer paso es simplemente romper con el pasado y declarar que eres tú, no tu historia, quién está al mando” recomienda Ni. 

5. La culpa de (todos) mis problemas es de los demás

La mayoría de nosotros nos encontramos con personas complicadas en nuestras vidas: manipuladores, desafiantes, narcisistas, mentirosos... Lo más sencillo es pensar que ellos son los culpables de nuestros problemas y nosotros somos las víctimas, pero, como explica el profesor, “esta actitud, aunque justificada, es reactiva y por lo tanto nos autodebilita”.

Sumergirnos en él pudo ser y no fue no conduce más que a la autoflagelación mental 

Hay muchas habilidades y estrategias que se pueden utilizar para mantenerse al margen de estos individuos, empezando por valorarnos a nosotros mismos y ser capaces de discernir en qué medida hacen uso de su naturaleza manipuladora para sentirse superiores a nosotros haciéndonos sentir más débiles. 

6. El victimismo como modo de vida

En relación con la anterior, la actitud victimista de hacer responsables de nuestras desgracias a los que nos rodean puede resultar sencillo y satisfactorio a corto plazo pero a la larga, como dice Ni, “perpetúa la amargura, el resentimiento y la falta de poder de decisión y actuación ya que la víctima sufre de lo que Henry David Thoreau llamó ‘silenciosa desesperación’”.

Estos sentimientos no va a ayudarte a ser más feliz ni tener éxito, sólo a llenarte de resentimiento, envidias y desarraigo. ¿Merece la pena ser siempre la victima?


Ir de víctima y culpar a los demás de todos nuestros problemas es lo más fácil, pero tiene serias consecuencias... (iStock)

7. Regodearse en la culpa

Todos nosotros cometemos errores en la vida. Cuando uno mira hacia atrás en sus actos pasados, tal vez hubo decisiones y acciones de las que pueda arrepentirse y es posible que hayan causado daño tanto a uno mismo como a otros.

“Recordar estos sucesos pasados puede hacer que nos acompañe el sentimiento de culpa por los errores cometidos, el daño causado o la pérdida de oportunidades”, comenta Ni, lo que derivará en sentirse mala persona y regodearse en la culpa.

Pero, como decíamos en el punto cuarto, no tiene sentido estar dándole vueltas a lo que pasó, lo importante es aprender de los errores y ser conscientes del daño que se pudo hacer para evitar que se repita.

Lo importante es aprender de los errores y ser conscientes del daño que se pudo hacer

8. El miedo al fracaso y a cometer errores

El miedo a los errores y a fracasar se asocia con el perfeccionismo: “Pensar que no eres lo suficientemente bueno en algunos aspectos puede ocasionar una tremenda presión sobre ti mismo para conseguir el éxito”, comenta el profesor.

Ponernos metas y tratar de alcanzar objetivos es importante para estar motivados, pero esperar ser perfectos, conseguirlo todo a la primera y hacerlo sin ningún fallo es prácticamente imposible y, por lo tanto, es absurdo exigirnos tanto si no queremos acabar con el ánimo por los suelos y amargados por nuestros fracasos.

Múltiples estudios han demostrado la correlación entre el perfeccionismo y la infelicidad, y es que simplemente ser perfecto no es humano.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Consultora Coach Integral Services:Tu Asesoría Jurídica.







Un equipo de abogados con amplia experiencia y dedicados, única y exclusivamente, a buscar la mejor solución para los problemas cotidianos de nuestros clientes. 

Especializados principalmente en derecho matrimonial, derecho civil, derecho penal y accidentes de circulación.

Atención presencial y personalizada con el cliente.

Nos gusta el trato presencial y por eso todos nuestros servicios son PRESENCIALES

Desde el primer momento te escuchamos y analizamos al detalle tu problema. 


Buscamos la mejor solución.

Nuestro objetivo es que quedes satisfecho en la solución de tu problema, te informamos del medio jurídico más idóneo para la defensa de tus derechos e intereses, intentando resolver tu asunto con la mayor eficacia y rapidez.

Seriedad, Honradez y Legalidad.

En todo momento nuestra actuación será leal, seria, honrada y diligente en la resolución de los conflictos y problemas que puedan surgir. 

Nuestra garantía es tu éxito.


Servicios:



  • Derecho de Familia. 
    • Separaciones y Divorcios express de mutuo acuerdo sin hijos: 400€ (Abogado, Procurador, Convenio Regulador).
    • Separaciones y Divorcios express de mutuo acuerdo con hijos: 500 € (Abogado, Procurador, Convenio Regulador).
    • Separaciones y Divorcios sin mutuo acuerdo: 700 € (Contencioso).
  • Derecho Penal.
    • Juicio de Faltas: 250 € .
    • Juicio Rápido Alcoholemia: desde 350 €.
    • Procedimiento Abreviado Robo, Hurto: desde 500 €.
    • Accidentes de Tráfico: cobramos un 7 % cuando finalice el pleito
  • Contratos.
    • Redacción de Contrato de Arrendamiento: 150 €
    • Contrato de Fianza: 150 €
    • Redacción de Contrato Compraventa: 150 €
    • Redacción de Contrato de Arras: 150 €
    • Revisión de Contratos de Vivienda: 150 €.
    • Revisión de Contrato de Arrendamiento: 150€
    • Redacción de Cartas/Burofax: 75 € 


  • Derecho Administrativo.
    • Reclamaciones a la Administración Pública: 200 €
    • Demanda Contencioso-Administrativa: 300 €.

  • Herencias. 
    • Tramitación de Herencia con Testamento: 300 €
    • Tramitación de Herencia sin Testamento: 300 €
    • Declaración de Herederos: a consultar.

  • Consultas Jurídicas Presenciales: 40 €.
Todos nuestros honorarios incluyen IVA.

Para otros procedimientos o servicios legales los honorarios serán a Convenir.





En la Consultora Coach Integral Services tenemos un único objetivo: Solucionar y Facilitar el trabajo a nuestros clientes.



La Consultora CiS nace de la unión de un grupo de profesionales con una amplia experiencia en diferentes áreas: los servicios jurídicos, la relación con los medios e instituciones tanto públicas como privadas, la comunicación, capaces de satisfacer todo un abanico de necesidades de nuestros clientes.

La Consultora CiS te acompaña en tu camino. Somos la mano a la que agarrarse. 

La confianza de nuestros clientes, la confidencialidad y profesionalidad en nuestros trabajos es el sello que nos caracteriza. 

Estamos a tu servicio en:

Diego de León, 22 6º Izq. 
(Esquina calle Velázquez)
Madrid

Tfo. 630 161 179


No somos la consultora, somos tu Consultora.

Nuestra garantía es tu éxito.

martes, 3 de marzo de 2015

El Éxito según Anthony Robbins...

Anthony Robbins define el éxito a través de los siguientes parámetros:
1. Definición de Metas: Definir exactamente y con precisión los resultados que se quieren conseguir, saber que se desea a partir de la puesta en práctica del conocimiento especializado.

2. Pasar a la acción: Es necesario llevar a la práctica acciones concretas para lograr los resultados que nos hemos planteado.

3. Desarrollar la agudeza sensorial: Es la revisión continua de las acciones, actitudes y hábitos que estamos ejecutando en relación a los resultados que estamos obteniendo, con el fin de determinar el grado de acercamiento o alejamiento a nuestro objetivo, bien sea por defecto o por exceso.

4. Flexibilidad: El factor anterior conlleva a la posibilidad de efectuar los ajustes necesarios para modificar el rumbo de nuestra conducta y estrategias en función de la consecución de nuestras metas.

Junto a esta fórmula Anthony Robbins define algunos factores potenciadores ya que sirven de impulso para hacer lo necesario para triunfar y son activadores básicos que pueden garantizar el éxito.

1. Pasión: Es la fuerza interior o impulso interno que mueve hacia la ejecución de acciones de una manera enérgica, para lograr las metas planteadas.

2. Fe: Tiene que ver con el poder de las creencias. Afirma que es nuestra fe en lo que somos y la certidumbre interna de alcanzar nuestras metas es lo que determina los resultados que obtendremos.

3. Estrategia: Los pasos, acciones y recursos específicos a utilizar para el logro de la meta.

4. Claridad de valores: Son determinantes los juicios de orden ético, moral y práctico que sustentan nuestra estructura personal, porque están relacionados con el sistema de creencias que sustenta nuestra visión del bien y del mal. Por lo tanto debe existir congruencia entre las metas que nos planteamos y nuestros valores.

5. Energía: Tiene que ver con la vitalidad que se necesita para actuar en el orden físico, intelectual y psicológico, a fin de aprovechar al máximo nuestras posibilidades y por ende, las oportunidades que se nos presenten.

6. Poder de adhesión: Posibilidad de conectar y establecer relaciones con las demás personas, lo que tiene que ver con la actitud para comunicarse con el entorno.

7. Maestría en las comunicaciones: Para lograr el triunfo es necesario comunicarnos de manera óptima, tanto interna como externamente.

Todos estos elementos están íntimamente relacionados y son parte de un sistema de apoyo básico para lograr el éxito.
Anthony Robbins

lunes, 2 de marzo de 2015

'Cinco Consejos para ser felíz' por Enrique Rojas...

La felicidad se puede decir de muchas maneras. Es un tema casi interminable. La felicidad consiste en hacer algo que merezca la pena con la propia vida, algo grande, pero cada uno dentro de sus posibilidades y puntos de partida. Y con los pies en la tierra. Para Sócrates la felicidad estaba en conocerse a sí mismo. Para Platón, en el amor. Para Aristóteles, en la búsqueda de la verdad. Epicuro, en el vivir bien, en el placer. Séneca, en el siglo I de nuestra era, la ve en la práctica de la virtud. Los eclécticos pensaban que la felicidad consistía en un sumatorio de cosas y hechos. Durante el siglo XX la bibliografía sobre este tema proliferó de forma exponencial. De hecho, algunos psicólogos empíricos la han medido, según diferentes escalas de conducta basadas en modelos diversos, como es el caso de Argyle, profesor de la Universidad de Oxford.


Voy a trazar cinco sugerencias sobre una cuestión tan decisiva y que constituye la vocación natural del ser humano, a pesar de que realmente es complicado aproximarse a ella.

Primer consejo: ser capaz de cerrar las heridas del pasado. Dicho de otra manera: necesitamos reconciliarnos con nuestro pasado. Superar traumas, sinsabores, impactos psicológicos y esas colecciones de vivencias negativas que se almacenan en cualquier biografía: una persona bien armada es aquella que vive instalada en elpresente y lo saborea y le saca partido; ha sido capaz de superar todas las experiencias dolorosas del pasado, con todo lo que eso significa; y vive fundamentalmente centrada y abierta hacia el futuro. Los psiquiatras sabemos lo importante que es esto. Lo he dicho de otro modo: la felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria. Nosotros hacemos la cirugía estética del pasado: vamos de excursión con nuestros pacientes para ayudarles en este sentido. ¿Por qué es necesario hacer esto? Porque si no se corre el riesgo, cuando uno ha sufrido mucho de aquí y de allá, de convertirse en alguien agrio, amargado, resentido, dolido y echado a perder. La palabra resentimiento significa sentirse dolido y no olvidar. Y por ese vericueto uno se desliza por una rampa que termina en convertirle en neurótico: lleno de efectos nocivos que no se han cerrado, conflictos no resueltos que antes o después asoman y dañan y deterioran nuestra forma de ser. El rencor te deteriora por dentro. El que alienta traiciones las hace. La felicidad es el sufrimiento superado.

Segundo consejo: aprender a tener una visión positiva de la vida. De uno mismo y de nuestro entorno. El optimismo es una forma sana de captar la realidad. Y requiere una cierta educación de la mirada para detenerse más en lo positivo que en lo negativo. Es sorprendente y misterioso cómo que hay personas que son inmunes al desánimo y que se crecen ante las dificultades y otras que se derrumban ante contratiempos y reveses de escasa envergadura. ¿Se nace optimista? ¿Puede un pesimista dejar de serlo? La clave está es un esfuerzo psicológico, un trabajo de artesanía personal, mediante el cual vamos siendo capaces de descubrir siempre la dimensión mejor de la realidad, ese segmento que se esconde en el fondo de los hechos y que tiene unas notas positivas. Alexander Solchenitzchen, premio Nobel de Literatura, pasó muchos años recluido por los comunistas en Siberia y allí escribió Archipiélago Gulag, y cuenta a posteriori que fueron los años más decisivos de su vida y que no los cambiaría por nada. Vaclav Havel, que luego sería primer ministro de Chequia, estuvo muchas veces en la cárcel luchando contra el comunismo de su país y, en su libro Cartas a Olga (su mujer), escrito desde la prisión, habla de que está contento por luchar por la libertad de su nación. Otro ejemplo: Boris Cyrulnik, judío sefardita francés, que escapó del campo de exterminio de Auschwitz, escapándose por debajo de la verja, con unos cinco años, y que había visto morir a sus padres y dos hermanos en la cámara de gas, cuenta en algunos de sus libros que los primeros tiempos tras su escapada estaban llenos de positividad: lo acogieron en una familia, empezó a ir a la escuela, tenía amigos y le hablaron de Dios. Él fue uno de los fundadores de la corriente psicológica llamada resiliencia: aprender a soportar situaciones adversas te hace fuerte, sólido, resistente, y te educa para sacar lo mejor de ti (si no se cuela dentro de tu persona el resentimiento, el gran enemigo). Dice este autor que una infancia muy negativa no tiene por qué determinar una edad adulta neurótica. La resiliencia nos habla de la capacidad para sacar fuerzas de una experiencia traumática y darle la vuelta y así ser capaz de crecer como ser humano. Todo un arte. Sin llegar a extremos como los que he mencionado, en lo que quiero insistir aquí es en que ser optimistas es un modo valioso de captar la realidad, a pesar de los pesares.

El tercer consejo es: tener una voluntad de hierro. Fuerte, rocosa, como las raíces de un olivo centenario. La psicología moderna considera que es más importante la voluntad que la inteligencia. Y esa necesita ser educada desde los primeros años de la vida. Una persona con voluntad consigue que sus sueños se hagan realidad. Llega en la vida más lejos que una persona inteligente. Y, por el contrario, una persona sin voluntad o con una voluntad débil, frágil, endeble, está siempre a merced de sus caprichos, pendiente de lafilosofía del me apetece e incapaz de renunciar, de negarse, de aplazar el gusto por algo concreto que en ese momento aparece delante de él. Uno de los indicadores más claros de madurez de la personalidad es este: tener una voluntad bien educada, que no hace lo que le pide el cuerpo, sino lo que es mejor para uno mismo. La voluntad es la joya de la corona de la conducta. Con la voluntad fuerte somos enanos a hombros de los gigantes.

El cuarto consejo es tener un buen equilibrio entre corazón y cabeza. Los dos grandes componentes de nuestra psicología son el mundo de los sentimientos y el de la razón. Ni demasiado sensibles, rozando la susceptibilidad, ni excesivamente fríos y racionales. La clave es buscar esa ecuación bien armonizada. Decía Pascal que «el corazón tiene razones que la razón desconoce». Nuestro primer contacto con la realidad es emocional: me gusta esta persona, me cae bien, me agrada este ambiente… Amor e inteligencia deben forman un binomio bien armado. Tener una afectividad sana significa mover bien los hilos de las relaciones con los demás, cargándolas de sentimientos verdaderos, sin doblez, descubriendo que lo afectivo es lo efectivo. Y a la vez, saber utilizar bien los instrumentos de la razón: la lógica, el análisis, la síntesis y el discernimiento. Ser capaces de respirar por estos dos pulmones. Los padres tenemos aquí un papel central: educar es convertir a alguien en persona.

El quinto consejo para ser feliz es tener un proyecto de vida coherente y realista. Que mire hacia el futuro. Trabajar con detalle sus cuatro grandes argumentos: amor, trabajo, cultura y amistad. Cada uno de ellos se abre en abanico. En el atardecer de nuestra vida se dibujan sus siluetas, regalándonos un sabor especial de haber sido capaces de luchar por sacar adelante esta tetralogía contra viento y marea. El amor debe ser el motor esencial de la vida. El amor por el trabajo bien hecho produce una satisfacción interior formidable.Amor y trabajo conjugan el verbo ser feliz. La cultura es libertad y plenitud y nos ayuda a entender la existencia, en medio del caos y el bombardeo de tantas noticias de aquí y de allá. La amistad es uno de los platos fuertes en el banquete de la vida: afinidad, donación y confidencia.

La felicidad consiste en haber conseguido lo que deseabas. Estar contento con uno mismo al comprobar que hay una buena relación entre lo que tú has deseado y lo que has conseguido. Es un estado de ánimo positivo al darte cuenta de que has hecho el mayor bien posible y el menor mal consciente.