jueves, 27 de noviembre de 2014

'5 formas de ser un líder imperfecto' por Lou Solomon




El liderazgo y la influencia nunca podrán ser perfeccionados, sólo practicados. Si te distingues como el que tiene que “hacer las cosas bien” y tener todas las respuestas, puedes debilitar tu influencia como líder. La persona más conocida en la habitación tiene la confianza de decir “no tengo todas las respuestas, estoy interesado en saber qué es lo que piensas”. Los emprendedores normalmente inician así, pero mientras la empresa crece y funciona mejor, pueden caer en la trampa de tratar de manejar su imagen.

Volar como un superhéroe es atractivo para los líderes, pero la perfección no existe en el mundo. Una persona (llamémosla Dave) me dijo: “Yo soy el dueño. Soy el único que puede proveer la solución a este problema”. Dave estaba bajo mucha presión de fuera, pero estaba haciendo más difícil el trabajo y provocando que los miembros de su equipo no confiaran en él.

Los líderes que tratan de ser perfectos, auto suficientes y sabelotodo terminan quedando mal con todos. Se enfocan más que nada en estar a la par de la competencia, esto no está mal, pero puede provocar que esperemos una súper compensación. La imperfección y la vulnerabilidad no son debilidades, requieren mucha fortaleza de carácter.

Cuando enfrentas la imperfección, le quitas a tu equipo el miedo de no cumplir tus expectativas y ser criticados, lo cual bloquea la innovación y colaboración. Aquí hay cinco tips que te ayudarán:

1. Dirige con preguntas, no respuestas. Si llegas con la respuesta correcta, la gente no compartirá cosas que podrían llegar a ser el siguiente gran descubrimiento. Aprende el arte de la duda. Haz preguntas como: ¿Qué es lo que has visto? ¿Cómo crees que podemos mejorar? ¿Qué es lo que nos tiene detenidos? ¿Qué es lo que más te gusta?

2. Comparte las lecciones aprendidas. Admite tus errores. A las personas les atraen los líderes que son muy inteligentes y que tienen la confianza de defenderse y reírse de sus errores. Un líder con influencia natural dice “Déjenme contarles algo que aprendí a golpes”, en lugar de dictar el curso que hay que tomar.

3. Deja que otras personas tengan la razón. Ten cuidado con la práctica destructiva de hacer que la gente se equivoque. Aunque sus ideas no sean muy buenas, reconoce sus contribuciones.

Cuando las personas de tu trabajo puedan tener la razón, demostrarán mayor espontaneidad y libertad de expresión. Cuando establezcas un medio seguro en el que tengan la oportunidad de estar en lo correcto, se adueñarán de los resultados.

4. Demanda retroalimentación. Dale la bienvenida a los retos. Deja que los miembros de tu equipo sepan que no toleraras que te hagan caso sólo para complacerte, no necesitas a puras personas que te digan “sí”. Pregunta ¿Qué necesitan de mi para terminar este proyecto? o ¿Qué falta de mi parte? La gente confía y se compromete con los dirigentes que no se sienten amenazados por los que dicen lo que piensan.

5. Cambia de opinión. Un líder con confianza entiende que no es necesario ser el más importante en la empresa. Si la gente sabe que puede acercarse a ti y darte alguna otra solución para el proyecto siempre te dirán las mejores ideas para seguir siendo competitivo. Gozarás de una reputación de tener la menta abierta.

Nadie dijo que el liderazgo fuera fácil. Para ser vulnerable e imperfecto necesitas tener coraje. Pero el reto de vivir cambiando constantemente es demasiado complicado para enfrentarlo solo.

La gente responde a la persona detrás del título, el ser humano lleno de imperfecciones, pasiones, dudas, fortalezas y debilidades. Los empleados sólo confiarán en ti si te conocen. Nadie es perfecto. Si persigues esto quiere decir que serás un líder desconocido y sin tanta influencia.

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